El calcio es un mineral esencial para la salud de nuestros huesos y dientes, además, interviene en una correcta función muscular, inmunológica y del sistema nervioso.
En adultos, se recomiendan alrededor de 1000mg diarios de calcio que se pueden aportar a través de los alimentos ingeridos en la dieta. Una de las principales fuentes de calcio son los lácteos pero, ¿Qué pasa si no queremos incluirlos en nuestra alimentación? ¿O si tenemos algún tipo de alergia o intolerancia a los productos lácteos?
En ese caso, tendremos que asegurar el aporte de calcio con otros alimentos, como por ejemplo:
SEMILLAS DE SÉSAMO
Son una buena fuente de calcio, además de aportar grasas saludables y fibra. Es importante triturarlas o molerlas para poder absorber los nutrientes que contienen.
PESCADOS AZULES
Además de grasas saludables y proteína, los pescados azules son una gran fuente de calcio y Vitamina D, importante para la fijación del calcio.
Esto se da, sobre todo, es pescados pequeños como sardinas o boquerones.
FRUTOS SECOS
Los frutos secos son una forma fácil de incorporar más calcio. Un puñadito diario de almendras, avellanas, pistachos o nueces es una forma saludables de complementar comidas y ayudar a cubrir las necesidades del mineral.
LEGUMBRES
Las legumbres, en todas sus variedades, son otra fuente vegetal de calcio. Dentro de ellas destacan la soja, los garbanzos, las judías pintas y las lentejas en el aporte de este nutriente.
VERDURAS DE HOJA VERDE
Las verduras y hortalizas de hoja verde como el brócoli, repollo, kale, acelga espinacas….son una gran fuente de calcio. Incluirlas en la dieta a diario es esencial por sus beneficios adicionales sobre la salud.
Otros alimentos como las algas, la bebida de soja, el tofu, el marisco, el huevo y frutas como el kiwi o las fresas, contribuyen en el aporte de calcio dietético.
Por lo que, con una alimentación variada, y prestando atención a estos alimentos, puedes cubrir sin problema las necesidades diarias de calcio sin necesidad de consumir lácteos.