Sabes que una buena alimentación es fundamental para tu salud. Si te has propuesto mejorar tus hábitos nutricionales y no sabes por dónde empezar, te propongo cinco consejos muy sencillos para empezar a hacerlo.
- Aumenta el consumo de productos frescos y no transformados, es decir, frutas, verduras, hortalizas, legumbres, arroz, pescado, huevos…De está forma aportas nutrientes de calidad y evitas incorporar aditivos, añadidos, sal y otros productos que incorpora los alimentos procesados.
- Incluye frutas y vegetales a diario. Debes tomar, al menos, cinco raciones de fruta y vegetales al día, lo que se traduce en tres raciones de fruta y dos de vegetales (una en cada comida principal). Esta es la recomendación mínima pero, cuanto más tomes, mejor.
- Bebe más agua. Al menos 1,5-2 litros diarios de agua como tal. Es fundamental para mantenerte hidratado y asegurar el funcionamiento correcto del organismo. Además, esta época del año aumenta la retención de líquidos, problema muy relación con una baja ingesta de agua.
- Asegúrate de comer la suficiente proteína. Es un nutriente esencial que ayuda a mantener las estructuras corporales, contribuye a la salud inmunológica y tiene poder saciante. Por todo esto, debes incluirlas en tu menú en forma de carnes magras, pescados, huevos, lácteos bajos en grasa, tofu, legumbres…
- Evita el alcohol. A pesar de las bondades asociadas a cantidades moderadas de ciertas bebidas alcohólicas, lo cierto es que no aporta ningún beneficio para la salud, más bien todo lo contrario, se trata de calorías vacías y azúcares que incrementan el riesgo de padecer enfermedades.
Como todo, se trata de ir haciendo modificaciones en tus hábitos diarios que te conduzcan a un estilo de alimentación y vida más saludable, tómatelo con calma y disfruta del proceso para sentirte cada día mejor.