Llega el calor y, con él, la temida y molesta retención de líquidos. A pesar de que es algo habitual de esta época del año, ciertos hábitos y una incorrecta alimentación pueden acentuarlo. En este post te damos recomendaciones nutricionales y trucos para reducir el edema y las molestias que genera.
¿Qué es la retención de líquidos?
La retención de líquidos, también llamada edema, consiste en una acumulación adicional de líquidos en zonas como tobillos, muñecas o párpados (bolsas en los ojos).
Se identifica porque la piel aparece tersa y brillante y, si la presionas, el surco de la presión permanece unos segundos ahí donde has forzado. Además, puede acompañarse de molestia, dolor o sensación de pesadez y cansancio.
¿Cuáles son las causas?
Los motivos pueden ser muy variados, si bien es verdad que se da más en mujeres que en hombres. Suele experimentarse por variaciones hormonales en la fase premenstrual, embarazo, menopausia o por alteraciones de tiroides. Pero también como consecuencia de patologías renales, cardíacas, hepáticas, enfermedades inflamatorias, circulatorias o por la administración de algunos fármacos.
Al margen de todas estas causas, es probable que en verano experimentes un mayor peso y volumen por esta razón y, es que, se incrementan ciertas hormonas que aumentan la capacidad de conservar y retener líquidos para contrarrestar la deshidratación por las altas temperaturas.
Cambios en la alimentación para prevenir y mejorar la retención de líquidos
Beber agua
Te en cuenta que, cuanta menos agua bebes, más retiene el cuerpo. Aunque parezca contradictorio, si el organismo detecta que no recibe la cantidad de líquido necesaria, lo que hace es guardarla (acumularla) para evitar la deshidratación. Por lo tanto, es importante que bebas en torno a los 2 litros de agua diarios.
Además, beber agua te ayuda a depurar y eliminar toxinas. Puedes ayudarte de infusiones, caldos de verduras, limonada o naranjada sin azúcar, frutas y verduras.
Las infusiones de cola de caballo, hojas de arándano, té verde, ortosifón y diente de león tiene un efecto diurético adicional.
Seguir una dieta variada y equilibrada
Rica en vegetales, legumbres, cereales, proteínas de calidad y grasas saludables; evitando al máximo los productos procesados. Puedes leer el post anterior «mejora tu alimentación en 5 pasos» https://espaciodelmasaje.com/1801/mejora-tu-alimentacion-en-5-pasos/
Potenciar el consumo de alimentos ricos en potasio
Este mineral regula los niveles de agua en el organismo. Lo encontrarás en alimentos como el calabacín, champiñones, patatas, legumbres, plátano, piña y albaricoque.
Evitar la sal de mesa y alimentos ricos en sodio
Sustituye la sal por especias, ajo, limón…para dar sabor y evitar añadir sal.
Otros alimentos como conservas, encurtidos, salsas preparadas, sopas deshidratadas, ahumados, embutidos y quesos tienen gran cantidad de sal, por lo que debes tomarlos con mucha moderación.
Peso adecuado
Un exceso de peso en forma de grasa provoca una inflamación en el organismo que acentúa la acumulación de toxinas y líquidos en el cuerpo.
Vida activa
No sólo debes cuidar la alimentación, una vida activa también es fundamental. Desplazarte caminando, subir escaleras, caminar 30 minutos diarios o practicar algún deporte o actividad física, te ayudarán a activar la
circulación,mantener un peso adecuado y estar sano.
Otras ayudas
Otras medidas para mejorar o evitar la retención de líquidos son el uso de medias compresivas o terapias manuales como el masaje linfático, del que te dejo un enlace con más información de una especialista https://espaciodelmasaje.com/el-masaje/masaje-linfatico/